visión estrecha de la tecnología

Hace unos días, estuvimos debatiendo en clase qué era tecnología. Los textos leídos in-situ pretendían convencernos de que todo, absolutamente todo, es tecnología.  (no puedo evitar horrorizarme al recordar una pregunta lanzada al aire al final de la clase ‘¿y un aborto… ¿es tecnología?). Para mí, un sofá no es tecnología. Es un mueble. Un mueble que sirve para sentarse comodamente y que probablemente haya sido construído con medios tecnológicos. Y un aborto no es tecnología. Es una interrupción del embarazo que se realiza con medios médicos, que tal vez puedan ser llamados medios tecnológicos por la aparatología que requiere y a modo de sinónimo.

Tras leer el texto de Álvarez y Méndez creo que podría calificar mi visión de la tecnología como una visión etnocéntrica de ésta, lo que hace que me cueste entenderla de un modo amplio y poder extrapolarla a conceptos como ‘tecnología organizativa’. Creo que estamos acostumbrados a entender la tecnología de un modo artefactual, referente a aparatos cuyo funcionamiento nos cuesta entender (por ejemplo: ¿como se grava sonido en una cinta de casette? Porque aparentemente se trata simblemente de una cinta de plástico, pero podemos gravar una y una otra vez sobre ella…); y que existe una vertiente que pretende convencernos de que la tecnología es mucho más amplia: que todo es tecnología.

Me da la sensación de que existe un punto medio que probablemente tenga en cuenta las ideas más lógicas de cada una de estas dos visiónes contrapuestas, de la amplia y de la más clásica o estrecha de lo que es la tecnología; pero yo por el momento, me decanto por la segunda.