empecemos

El objeto que ocupa la reflexión de este post gira alrededor de de las TIC en la educación, pero… ¿qué son exactamente las TIC? En principio asociamos el concepto de tecnología a complicados aparatos con cables de varios colores y botones que en han sido creados por el propio ser humano para facilitar, de un modo u otro, su existencia.

Al no tener muy claro hasta qué punto se puede expander este concepto (está claro que un ordenador es un aparato tecnológico, pero ¿y una máquina de escribir? ¿y un bolígrafo?). Al darme cuenta de que parto del desconocimiento total, me dirijo al Cicerone virtual por experiencia que es el Google(que es más rápido y cómodo que levantarme a buscar el diccionario e la RAE, que probablemente me dirigirá a otra palabra y así sucesivamente… ¡con lo rápidos que son los links!). En la versión catalana de la Wikipedia (importante tener en cuenta que se trata de una información no reglada, al contrario que la del diccionario de la RAE) encontramos la siguiente definición:

“Les Tecnologies de la informació i de la comunicació (TIC o NTIC per a Noves Tecnologies de la Informació i de la Comunicació o IT per a «Information Technology») agrupen els elements i les tècniques utilitzades en el tractament i la transmissió de les informacions, principalment d’informàtica, internet i telecomunicacions.”

Más interesante que la definición en si misma, creo relevante tener en cuenta la cita que le sigue:

Les tecnologies de la informació i la comunicació no són cap panacea ni fórmula màgica, però poden millorar la vida de tots els habitants del planeta. Disposem d’eines per a arribar als Objectius de Desenvolupament del Mil·lenni, d’instruments que faran avançar la causa de la llibertat i la democràcia, i dels mitjans necessaris per a propagar els coneixements i facilitar la comprensió mútua» (Kofi Annan, Secretari general de l’ONU, discurs inaugural de la primera fase de la WSIS, Ginebra 2003)

Se supone, pues, que la TIC deben ayudarnos a establecer una comunicación más global entre los distintos países, nacionalidades y creencias, que deben actuar como herramienta de cohesión. Personalmente, opino que también nos pueden ser muy útiles a pequeña escala, tanto para cuestiones del tipo educativas como de ocio o socialización. Pero para ello es necesario conocer que opciones nos ofrecen, como debemos utilizarlas y cómo ascarles el mejor partido posible. Para ello es necesario que exista una educación en este ámbito.

Hay que tener en cuenta que en el caso de tecnologías como internet o los videojuegos, existe un gran desfase generacional entre sus principales usuarios y quienes deben enseñarles cómo utilizarlos apropiadamente. En muchos casos, los propios padres desconocen el funcionamiento de internet, cuantas horas deben permitir que su hijo o hija esté conectado a la red, si existen algún tipo e cortafuegos para garantizar que no tenga acceso a ciertos contenidos, etc. Por ello en muchos casos no existe la conciencia de cuán importante es que los adultos conozcan el buen uso de las TIC para que puedan hacer partícipe de ello a sus hijos/alumnos. Hay que concienciar de la importancia que tiene en la educación de los niños lo mucho o lo poco que se involucren sus padres en conocer a qué dedican su tiempo. El hecho de que un niño esté mirando dibujos animados no significa que el contenido de éstos sea apropiado para él, por lo que es importante que exista un interés del adulto en saber qué es lo que ve y/o hace. Esto no conlleva necesariamente tener una actitud controladora, si no más en interesarse y aprovechar para concerse mutuamente para así entenderse mejor.

De todos modos, no creo que exista una fórmula mágica del tipo ‘lo ideal es que los niños tengan móvil a partir de los 12 años, miren diariamente la televisión no más de 40 minutos y hagan uso de internet durante una hora’. Es importante tener en cuetna la individualidad de cada persona, ser concreto según las necesidades de cada caso, y no perder de vista que igual de importante que la tecnología lo es la metodología con que se hace uso.